En el año 1978 Antonio construyo el primer prototipo de su primera moto: La Siroko. Pero mucho antes Antonio ya había tenido contacto con el mundo de la moto, según explicó él mismo: "Mi primer trabajo en el campo de las dos ruedas fueron cuatro soldaduras en la Ossa que Alberto y Álvaro Rodá debían pilotar en las 24 horas de 1972. Acababa de terminar el primer curso de ingenieros. El preparador de la máquina era Joaquim Planas y la puesta a punto corría a cargo de Federico Van der Hoeven, conocido ex-piloto de Derbi, al que más tarde volvería a encontrarme como cliente en mi taller de preparación de formulas.". Pero aquí no acaba la relación de Antonio con las 24 horas. También colaboró con Ernesto Maragall, piloto de origen Venezolano con residencia en Cataluña, y perfectamente apto para introducir en el país cualquier motocicleta con matrícula extranjera. "Corrimos varias ediciones con una Honda 450 bicilíndrica, y también con una 900 Yoshimura, formando equipo con Jacky Samaranch. Nunca olvidaré aquel año que se incendió la moto en el curso de una caída colectiva, al poco rato de haberse realizado la salida. Todo lo que trajeron fue una especie de ‘hierro negro’ retorcido por completo".

Antonio Cobas explicó que un día se encontró con Paco Asensi y este le dijo muy seriamente: "Tengo ganas de hacer una buena 250 para venderla a los privados. En España nadie ha vuelto a hacer nada desde la época de la TSS". ¡Y así nacieron las Siroko!

 

Englih version:  The first Siroko

In 1978, Antonio built the first prototype for his first motorcycle: The Siroko. 

But long before, Antonio was already in touch with the motorcycle world, as he explained himself:  “My first job in the two-wheels field was when I welded some pieces of the Ossa that Alberto and Álvaro Rodá had to drive in the 1972 24-hours. I had just finished the first engineering course. The responsible for the machine preparation was Joaquim Planas and the set-up was carried out by Federico Van der Hoeven, a well-known former Derbi driver. He would later meet me as a client in my formula garage...” 

But Antonio’s relationship with 24-hours competitions doesn’t end here. He teamed up with Ernesto Maragall, a Venezuelan pilot residing in Catalonia, who was perfectly capable to bring into the country any motorcycle with a foreign license plate. 

“We raced several editions with a two-cylinder Honda 450 and a 900 Yoshimura, teaming up with Jacky Samaranch. I will never forget the year when the bike caught fire in a collective fall, shortly after the start of the race. The only thing that was recovered was some kind of ‘black iron’, completely twisted”

 Antonio Cobas explained that he once ran into Paco Asensi, and he told him seriously: “I want to make a good 250 to sell to private buyers.  In Spain, no one has done anything like that again since the TSS time...” And that's how Siroko was born!